A pesar de existir normas y estándares establecidos que nos indican qué es correcto y qué no lo es, a la hora de construir cualquier tipo de sistema que utilice tecnologías web, desde sencillos sitios web hasta complejas aplicaciones, el navegador por excelencia de los PCs del mundo se las ingenia para interpretarlos como le viene en gana.
Lo de los estándes y normas establecidas no es ninguna broma. Que existan este tipo de normas hace posible que se solucionen los problemas técnicos y tecnológicos de las comunicaciones por internet, a la vez que facilita el desarrollo de nuevas de estas tecnologías y la investigación de nuevas formas de comunicación sin inventar ningún sistema propietario no compatible con el resto.
A pesar de la inmensidad que representa el mundo de la web en cuanto a conocimientos y a tecnologías, es increíble el nivel de estandarización y compatibilidades que se ha conseguido gracias a la labor de personas que aún se preocupan por estos temas y a pesar de la labor obstructiva de otras tantas. Otro día hablaremos de la OOXML.
El trabajo de los desarrolladores habitualmente puede hacerse entonces de dos formas:
La primera es desarrollar basándonos en los estándares, de forma que el sistema funcione para la mayoría de los navegadores. Tras esto habrá que parchear el sistema para conseguir que las interpretaciones de Internet Explorer no nos desmiembre todo.
La otra es resignarse y desarrollar para Internet Explorer.
Los que se decantan por esta segunda opción son los culpables de que existan webs que "no funcionan" en otros navegadores que respetan los estándares establecidos. A pesar de ello, mucha gente piensa que las webs que funcionan en Explorer y no en el resto, son las que funcionan. Mientras que las que funcionan en el resto y no funcionan en Explorer son las que no funcionan. Cuando es justamente al contrario.
Obviamente nosotros nos decantamos por la primera opción. Y afortunadamente cada vez más desarrolladores se decantan por la primera opción. Casarte con Internet Explorer a la hora de desarrollar una aplicación o web significa quedarte fuera de un trozo de pastel cada vez más grande, teniendo en cuenta que cada vez existen más usuarios que se declinan por navegadores más respetuosos con los estándares, como Mozilla Firefox o Opera. También Safari, para los Mac-adictos, que no son pocos.
Precisamente en el minisite de Safari podéis encontrar una comparativa de rendimiento entre los cuatro navegadores que mencionamos, los más utilizados por la comunidad de internet.

La imagen que se muestra sobre estas líneas, que está extraída de este minisite, refleja el rendimiento en cuanto a renderizado de HTML. Cuanto menor es el valor, mejor es el rendimiento.
Pero no se cierra aquí el capítulo de despropósitos del gigante enquistado en los pilares de internet, como si de la aluminosis se tratase. Internet Explorer no es OpenSource, o al menos aún, con los problemas que esto trae consigo. No voy a entrar de nuevo en esta obviedad.
Nosotros, desde nuestra posición, recomendamos a todo el que quiera mejorar su experiencia con internet, la utilización de navegadores de calidad y respetuosos con los estándares, en especial recomendamos Mozilla Firefox, que es el que usamos nosotros.

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