George Parapadakis (Estrategia y Desarrollo de mercado ECM en IBM -Reino Unido) ha recientemente acuñado el término Content Obesity.
"Condición de las empresas en la que existe exceso y redundancia de la información. Esta condición genera efectos adversos sobre la eficiencia del negocio, además de altos costes, reducción de la agilidad de negocio e incluso riesgos en materia legal para estas organizaciones."
La analogía es tremendamente buena. La obesidad nos hace lentos y produce un deterioro general de nuestros sistemas. La misma situación ocurre cuando las empresas no paran de acumular contenidos.
En los últimos años el mundo ha visto un incremento de la tasa de obesidad de los humanos y en el caso de las empresas la tendencia no es distinta. Hoy en día es más fácil acumular documentos y todo tipo de contenidos porque tenemos más facilidad para producirlos. Te has preguntado, ¿cuántos documentos nuevos creas a diario en tu trabajo?
Según el estudio "Digital Universe" de la consultora IDC, para 2020 incrementaremos el volumen de información digital 50 veces el tamaño que tenía en 2011 y 20 veces el número de unidades que utilizamos para contener dicha información.
Es verdad que la era digital ha reducido los costes de almacenamiento si los comparamos con los costes del almacenamiento físico; sin embargo, el coste de los bytes es sólo la punta del iceberg. Pensemos en lo que cuesta mantener esa información (por ejemplo, tiempo invertido en backups y más almacenamiento), lo que cuesta encontrar lo que necesitamos, recuperar documentos extraviados o hacer frente a problemas de carácter legal por documentos que no se han conservado.
Lo que está claro es que difícilmente vamos a poder reducir nuestro nivel de consumo de contenidos digitales. No sólo porque nos gusta, si no porque estamos abocados a ello: e-mails, trabajo colaborativo, publicaciones on-line...Nuestras herramientas diarias de trabajo, nuestra necesidad de estar conectados y la abundancia de información no nos van a dejar dar marcha atrás en el consumo.
Pero hay una salida. Al igual que con el problema de la obesidad, la receta es de sabiduría popular: Hay que acelerar el metabolismo de nuestro cuerpo o empresa. ¿Y cómo hacemos eso? Pues a través de la tecnología ECM (gestión de contenidos empresariales), que nos permite mantener toda la información en constante flujo, que no se acumule en zonas indeseadas ni se formen cuellos de botella, que no nos cueste recuperarla y que nos evite hacerla redundante. Espero que esta pequeña reflexión os sea de ayuda.
Contáctanos ahora! Podemos ayudarte y mejorar la gestión de contenido empresarial (ECM) de tu organización.

La analogía es tremendamente buena. La obesidad nos hace lentos y produce un deterioro general de nuestros sistemas. La misma situación ocurre cuando las empresas no paran de acumular contenidos.
En los últimos años el mundo ha visto un incremento de la tasa de obesidad de los humanos y en el caso de las empresas la tendencia no es distinta. Hoy en día es más fácil acumular documentos y todo tipo de contenidos porque tenemos más facilidad para producirlos. Te has preguntado, ¿cuántos documentos nuevos creas a diario en tu trabajo?
Según el estudio "Digital Universe" de la consultora IDC, para 2020 incrementaremos el volumen de información digital 50 veces el tamaño que tenía en 2011 y 20 veces el número de unidades que utilizamos para contener dicha información.
Es verdad que la era digital ha reducido los costes de almacenamiento si los comparamos con los costes del almacenamiento físico; sin embargo, el coste de los bytes es sólo la punta del iceberg. Pensemos en lo que cuesta mantener esa información (por ejemplo, tiempo invertido en backups y más almacenamiento), lo que cuesta encontrar lo que necesitamos, recuperar documentos extraviados o hacer frente a problemas de carácter legal por documentos que no se han conservado.
Lo que está claro es que difícilmente vamos a poder reducir nuestro nivel de consumo de contenidos digitales. No sólo porque nos gusta, si no porque estamos abocados a ello: e-mails, trabajo colaborativo, publicaciones on-line...Nuestras herramientas diarias de trabajo, nuestra necesidad de estar conectados y la abundancia de información no nos van a dejar dar marcha atrás en el consumo.
Pero hay una salida. Al igual que con el problema de la obesidad, la receta es de sabiduría popular: Hay que acelerar el metabolismo de nuestro cuerpo o empresa. ¿Y cómo hacemos eso? Pues a través de la tecnología ECM (gestión de contenidos empresariales), que nos permite mantener toda la información en constante flujo, que no se acumule en zonas indeseadas ni se formen cuellos de botella, que no nos cueste recuperarla y que nos evite hacerla redundante. Espero que esta pequeña reflexión os sea de ayuda.

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